jueves, 29 de noviembre de 2012

La metafísica aristotélica

En mi segunda entrada quiero hablar de la que seguramente es una de las partes más importantes de la filosofía aristotélica: LA METAFÍSICA.

Aristóteles es uno de los filósofos más importantes de la antigüedad, fue hijo de médico, el cual le inició en la anatomía y fue discípulo de Platón del cuál se fue distanciando a la vez que realizaba una crítica más profunda de su Teoría de las ideas. Aristóteles critica esta teoría porque considera que se aleja bastante de la verdad. En concreto, el aspecto que más castigó fue la tesis de la existencia separada de las ideas, no lo aceptó por varias razones:
   La primera: separar las ideas de las cosas es inaceptable porque sería quitarle la esencia de lo que son a las propias cosas. Al intentar explicar un mundo, Platón lo divide en dos y los tiene que explicar. Otro argumento en contra de esta teoría es que si la esencia está separada de la cosa es porque no es propiamente su esencia. Por todo ello Aristóteles llegó a la conclusión de que las ideas y las cosas están unidas y que su conjunto forma la realidad conocida.


Para explicar todo esto, Aristóteles creó la METAFÍSICA, con ella el gran filósofo pretende averiguar las causas de las cosas, analizar al ser y a la substancia, investigar la existencia de Dios y el movimiento.
Para averiguar las causas de las cosas Aristóteles propone la "teoría de las cuarto causas" donde nos dice que la causa es todo lo que concurre en la constitución de algo. En este sentido hay cuatro causas: 1ª"Causa material": de lo que está hecho una cosas, 2ª"Causa formal": es la esencia de las cosa, 3ª"Causa eficiente": es el motor del cambio y 4ª"Causa final": es el fin del cambio. Las 2 primeras son intrínsecas y estáticas y las 2 últimas son extrínsecas y dinámicas. Él postuló que conocer algo científicamente es conocer cada una de las causas que lo determinan, en especial la causa final.
A la hora de analizar el ser, Aristóteles nos dice que no es unívoco, sino que es análogo, es decir, el ser es uno pero se dice de muchas maneras. En él , la substancia(OUSÍA) es el auténtico ser, el ser concreto sensible. El ser no substancial es el accidente, son modificaciones que no existen en sí, sino en la substancia propia. Por tanto, y para diferenciarlos, Aristóteles propone una serie de modos de decirse y de manifestarse del ser, las CATEGORÍAS.
Cuando analiza la substancia Aristóteles lo hace en base a que esta se compone de materia y forma.
La materia es aquello que nos queda de las cosas cuando les quitamos sus propiedades (de una mesa sería la madera). Y la forma, que es la estructura de la materia, como se dispone u organiza esta de diversas maneras, es el conjunto de cualidades de la materia. Ambas dos no son elementos de los seres, sino de maneras de hablar sobre ellos.
Con vistas a la conceptualización del movimiento, Aristóteles introduce la distinción entre potencia y acto, es decir, pretende demostrar que el movimiento puede ser pensado y no encierra ninguna contradicción. En todo ser, salvo Dios, hay ACTO y POTENCIA.
 El ACTO se dice del ser en cuanto que es, tiene dos términos: "energeia" (posibilidad de ser otra cosa) y "entelequia" (es el ente, es Dios).
 La POTENCIA se dice del ser que puede llegar a ser otro distinto, se distingue entre: "potencia activa" (facultad de producir cambio en otra cosa) y "potencia pasiva" (posibilidad de pasar de un estado a otro). El acto tiene prioridad en la potencia. Esta teoría nos dice que la materia está en potencia pasiva de la forma y la forma es lo que actualiza la materia.
Por último Aristóteles analiza la figura de Dios, lo identifica con un acto puro, algo inmaterial, no es creador pero es capaz de generar el movimiento como una causa final, sería el primer motor, genera el movimiento a partir de la eternidad. A partir de él se originarían el resto de motores, es decir, los demás seres sensibles.

En conclusión, Aristóteles nos propone la existencia de un Dios no creador que permite el movimiento de los demás seres sensibles, y a su vez estos están compuestos por la materia y forma, por las cosas y las ideas juntas, que son la auténtica realidad.